Cuando el aficionado a las setas sale a buscarlas, lo primero que hace es pensar donde se va a dirigir para localizar unas u otras determinadas setas, por ello es muy interesante saber donde pueden encontrarse, a parte del periodo del año más propicio. Las estaciones de más profusión de setas son en la primavera y sobre todo en el otoño después de unos días posteriores de algunas lluvias, pero no es aconsejable inmediatamente después de haber llovido, pues las setas pierden algunos caracteres de identificación y se conservan peor. Buscar lugares frescos y húmedos desestimando los secos y áridos. Teniendo en cuenta estos principios nos dirigiremos al tipo de bosque, prado o terreno lleco propicio para cada clase de seta y además de esto también hay que tener en cuenta si nace en el suelo, sobre musgo, sobre troncos, sobre cortezas, al lado o sobre excrementos, etc., circunstancia que muchas veces nos ayudarían a identificar mejor un ejemplar.
Si lo que queremos encontrar es la seta blanca de chopo (Agrocybe aegirita), debemos dirigirnos a las choperas y buscar sobre todo en los troncos que han quedado de la tala, también salen en la base de los chopos viejos y menos frecuentemente en la corteza de los mismos, algunas veces tambien salen en troncos de sauces y saúcos.
De igual manera si queremos buscar la seta negra de chopo o anguilera (Pleurotus ostreatus) que suele salir en las cortezas de chopos en descomposición y muy próximos a los ríos, también se han visto en troncos de nogales. En choperas arenosas y húmedas encontraremos bonetes (Helvella leucopus) y colmenillas (Morchella vulgaris).
Para buscar la senderuela (Marasmius oreades) debemos ir a pastizales y tierras unas años baldías con hierba, que salen formando hileras o sendas, de ahí su nombre vulgar. Igualmente si queremos encontrar setas del cardo (Pleurotus eryngii) pero en cuyo terreno se encuentre el cardo borriquero a cuyo tronco está asociada, también en los bordes de caminos pero donde exista excitado cardo.
Si queremos buscar champiñones (Agaricus campester), iremos a campas de pastizales muy fertilizados. En praderas la seta fina o de San Jorge (Calocybe gambosa) en las cuales se encuentran los espinos y brezos.
A los bosques de pinos, sobre todo el albar, para recolectar el níscalo (Lactarius deliciosus), donde también encontraremos gran cantidad de otras setas y boletos como el (Boletus pinícola) (Boletus edulis) y otros muchos de menor calidad, la pardilla (Lepista nuda), la negrilla (Tricholoma terreum), (Tricholoma portentosum), (Tricholoma equestre) y la lengua de vaca (Hydnum repandum) de color blanco, así como otras muchas comestibles, pero cuidado pues también las hay tóxicas, como la falsa oronja (Amanita muscaria) y mortales como la (Amanita verna) de color blanco.
En los bosques de robles, encinas y de hayas encontraremos boletos como el (B. edulis), el reticular (B. reticulatus), el negro (B. aereus) y toda clase de rúsulas (Rússula cyanoxanta), (R. virescens) entre otras y el rebozuelo (Cantharellus cibarius), lengua de vaca de color rojizo (robledales) de peor calidad que la blanca que como hemos dicho sale en pinares.
Como apreciáis generalmente estoy defiriéndome a setas comestibles, pero debemos tener mucho cuidado , pues la hay más o menos peligrosas que pueden confundirse con las anteriores, lo mejor para un principiante es comenzar sus andaduras saliendo con un experto, que lo inicie en esta práctica y que a la vez coteje las que encuentre con una buena guía que disponga de unas buenas láminas y fotografías de setas.